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jueves, 30 de septiembre de 2010

PAQUETISIMOS

HISTORIA: El hombre del cine

Esto sucedió un sábado de invierno en Montevideo, Uruguay. A pesar del frío reinante el sábado último me levanté con unas ganas impostergables de mamar alguna verga, por eso me vestí lo más arropadamente que pude para poder salir de mi casa y me dirigí a un cine porno que hay en el centro de Montevideo a pocas cuadradas de mi cálido y confortable depto.
Por suerte ese día habían prendido la calefacción y el ambiente estaba bastante agradable a la hora del mediodía, que fue la hora en que entré a ese oscuro recinto en busca de algo que me sacase la excitación ya que me había ido sin siquiera almorzar.
Entre las penumbras de la sala me ubiqué en la ultima fila, luego de haberme sentado saqué mi verga para afuera de mi bragueta y comencé a acariciarla hasta que se me puso dura, hecho que aproveché para cubrirla con un condón con la esperanza de que apareciese algun benevolente espectador que se compadeciese de mi calentura y me ayudase a disiparla sentándose sobre ella.
Las escenas de la película que aparecían en la pantalla eran muy eróticas cosa que aumentó mi excitación hasta el punto de que mi mano aumentó la presión sobre mi verga haciendo que algún gemido casi inaudible fuese expulsado desde las profundidades mi garganta.
Con el entusiasmo de la película y de manosear mi pija no advertí que en la misma fila en que yo me había sentado pero más al medio había un tipo que me observaba.
El sonido de los gemidos de la película era muy alto pero igualmente pude oír el ruido de una cremallera que se abría a toda velocidad por unas manos nerviosas y ávidas de extraer desde algun recóndito escondrijo un pedazo de carne colgante capaz de darle placer mientras observaba mi mano y oía mis gemidos.
Supongo que cuando advirtió que yo había notado sus movimientos aceleró su mano sobre su verga y a los pocos segundos se fue corriendo de asiento quedando a una butaca de donde estaba yo.
Como yo lo ignoré el tipo nuevamente se levantó para sentarse al lado mio, habrá notado que no lo rechazaba porque no me fui cuando él se acercó por eso tomó coraje ubicándose a mi diestra.
Lo miré de reojo y a los pocos instantes pude sentir su mano escudriñando mi pierna en busca de mi verga cubierta por el condón.
Cuando su cálida mano llegó a mí verga se prendió de ella acariciándomela primero muy suavemente para luego acelerar los movimientos pajeándome a mucha velocidad a la vez que me decía al oído..
-Tan caliente te puso esta película que te pusiste un forro para no largar tu leche sobre el piso?
No, le contesté nada simplemente sonreí como asintiendo a su pregunta, no me iba a andar con explicaciones de que ya me había aprontado para algo de sexo movido.
Mientras él jugaba con mi pija yo estiré mi mano hasta que pude encontrarme con la suya que era un pedazo de carne corto, pero espantosamente grueso y a esas alturas ya estaba muy caliente y babeante de precum.
Como yo me había despertado con la imperiosa necesidad de tener un trozo de carne caliente dentro de mi boca, sin mediar palabra me agaché entre las butacas y me puse a saborear su glande caliente y duro como una roca.
Tuvo que abandonar mi pija porque al estar agachado entre sus piernas él no podía tenerla entre sus manos, pero en cambio estas fueron a parar detrás de mi cabeza apretándola contra su pelvis para obligarme a tragar todo su corto instrumento.
Yo estaba en la gloria saboreando ese rico caramelo que con tantos agasajos linguales comenzaba a latir muy aceleradamente dentro de mi boca transmitiendo esos movimientos a mi lengua la cual disfrutaba con esos latidos calientes que expulsaban precum en inusitada cantidad.
El tipo comenzó a gemir muy rápido demostrándome que le gustaba y casi inmediatamente me dijo:
-Pará!!! Me vas a hacer acabar!!
-Hácelo!!! Fue la única palabra que pude susurrar al abandonar su verga por unos instantes dejándola al lado de mi boca para poder decirle esa monosílaba palabra.
Sin poder creer que el tipo se había excitado tanto, aunque los latidos de su verga sobre mi lengua lo demostraban, esa verga comenzó a expulsar unos largos chorros de leche los cuales pasaron zumbando cerca de mí boca para depositarse en la parte de atrás del respaldo de un asiento de la fila delantera.
Luego de esa eyaculación el tipo quedo más calmado pero en cambio yo no había saciado mis ansias de verga ya que la mía permanecía aun dura fuera de mi bragueta.
Él rompió el silencio diciéndome:
-La chupás muy bien, pero me quedé caliente!
-Ahora chupámela vos porque aun la tengo dura y quiero acabar...
-Me gustaría hacer algo más... Que te parece la idea?
-Buena, pero donde podemos ir.?
-Vamos a mi casa, yo vivo acá a la vuelta del cine.
-Vivís solo?
-No, vivo con un compañero de trabajo pero a esta hora está en el laburo.
Como pude guardé mi verga dura entre mis ropajes, pero antes de guardarla me saqué el condón y lo tiré al piso del cine, total allí aparecen muchos uno más no se iba a notar.
Entramos a un vetusto edificio de la calle Soriano donde me dijo que vivía con su compañero de depto. y al traspasar el umbral cerró con llave y luego cuando nos dirigíamos a su habitación oímos rudos provenientes del cuarto contiguo.
-No te preocupes por esos gemidos debe ser Sebastián (mi compañero de trabajo), seguramente salió antes del laburo porque consiguió algún "chongo" que le haga lo mismo que nosotros vamos a hacer en mi pieza.
Lejos de preocuparme me dio morbo saber que en esa otra habitación estaban disfrutando como suponía que íbamos a hacerlo nosotros en unos momentos más adelante.
No dije que el tipo era cuarentón, más bien gordito, de cabello negro, de cara achinada o mestiza probablemente del norte del país pero afincado en Montevideo desde muchas décadas atrás por eso había perdido casi todo su acento norteño.
En cuanto entramos al dormitorio cerró con el pasador para prevenir interrupciones molestas, eso dijo e inmediatamente nos sacamos toda la ropa porque pesar de que era un edificio viejo tenía calefacción y allí no se sentía el gélido frió que estaba azotado Montevideo.
Diversilino que así dijo llamarse abocanó mi verga en un santiamén, luego lo imité haciendo un 69 muy rápido en el cual su pija demoró bastante en levantar cabeza seguramente agotada por la impresionante eyaculación que lo había hecho gozar en la oscuridad de ese cine.
Me puso boca abajo para poder chuparme el orto con toda comodidad, luego colocó una almohada la cual acomodó bajo mi vientre y una vez que la dilatación fue suficiente se puso un condón y me penetró haciéndome doler por lo extremadamente gruesa que era su arma.
Por suerte era corta y solamente me hizo doler el aro exterior de mi esfínter porque con cada embestida que Diversilino daba me hacía gozar intensamente hasta tal punto que le dije que tomase mi verga con su mano y que me pajease a toda velocidad.
Gemimos bastante porque disfrutamos mucho los dos, pero entre eyaculaciones y gemidos no nos dimos cuenta que alguien golpeaba la puerta.
Era Sebastián que ya había terminado su placentera encamada con el tipo que nunca vi y al oír tremebundo escándalo en la habitación de su compañero quería saber que sucedía allí.
Pensé que Diversilino le gritaría desde la cama que no sucedía nada pero en éste en cambio se levantó y abrió la puerta.
Sebastián también estaba en bolas porque había ido despedir a su amigo, que por lo que noté le hizo un Servicio Express yéndose inmediatamente.
Entró al dormitorio con la mayor naturalidad viéndome a mi sobre la cama que con mis manos trataba de ocultar mi verga desfalleciente.
Nos presentó con su amigo y este al darme la mano me dijo:
-Que linda verga que tenés!
Me la pudo ver porque tuve que soltarla para poder darle la mano, atendiendo a su atento saludo pero como tenía la mano mojada por la lechada que había tenido ayudado por la mano de Diversilino le mojé sus dedos con el néctar que él no supo desperdiciar ya que llevando sus dedos a su boca lo paladeó exclamando:
-¡Que buena que está!!! Recién expulsada de esas bolas redonditas...
Sebastián era más joven que su amigo aparentaba unos treinta y cinco años, delgado, bastante más blanco que Diversilino y con un cabello castaño muy ondeado el cual se repetía en su tórax y pubis descendiendo hasta allí en ensortijados bucles muy excitantes.
Sin siquiera intimar más en alguna conversación me tomó la mustia verga con sus manos y luego de olerla exclamó:
-Que lindo aroma a leche fresca tiene tu pija!!!
Diversilino con los dos polvos seguidos que se había echado había quedado cansado y satisfecho pero yo aun no me había calmado, quería más sexo y aun tenía ese descontrolado deseo de penetrar a alguien que me había perseguido toda la mañana por eso lo dejé que me la chupara sin poner reparos a su osado proceder.
Me dejó la verga espléndidamente limpia porque luego de lamerla para extraer todos los jugos que por allí se habían deslizado procedió a lamerme las bolas en busca de algún otro vestigio del néctar que lo hacia disfrutar enormemente.
Mi verga no respondía a todos su agasajos linguales porque había quedado exhausta pero mi chupador igualmente no se dio por vencido dejándola a un lado y sentando en la cama me confesó que su acompañante no lo había hecho gozar mucho.
Confesión que me extrañó porque los gemidos que habíamos oído al pasar demostraban lo contrario de lo que decían sus palabras.
Al rato mi verga respondió a los estímulos bucales que nuevamente Sebastián le prodigó a troche y moche, cuando logró que mi organismo le obsequiase con una buena erección, cubrió mi pija con un condón y muy cómodamente se sentó sobre ella.
Ignoro si su esfínter anal era tan dilatado o mi antecesor tenía una verga extremadamente gruesa porque le entró sin ningún tipo de dificultad y luego de que todos mis veinte centímetros estuvieron insertados en su recto él muy cómodamente comenzó a cabalgarme.
Diversilino miraba pero a pesar de que se manoseaba la verga y la apretaba a todo pulmón no logró una tercera erección pero igualmente se puso chupar la verga de su compañero que muy plácidamente revoleaba su culo sobre mi pija cabalgándome a gran velocidad.
A los pocos minutos percibí que su esfínter se contraía dándome el aviso de que su inminente eyaculación se estaba por producir dentro de la boca de su compañero por eso mi penetrado amigo aceleró la cabalgata logrando extraer otra basta ración de mi leche dentro de su recto.
Diversilino se dio cuenta de lo que sucedía porque la verga que tenía dentro de su boca comenzó a latir desaforadamente por eso abandonó la mema que estaba haciéndole a su amigo y termino pajeándolo para que toda su pequeña descarga cayese sobre mi pecho.
Seguramente el otro tipo le había extraído casi hasta la última gota de leche por eso sus bolas expulsaron tan poco néctar sobre mi vientre, pero yo en cambio gocé muchísimo porque a pesar de que Diversilino me había pajeando cuando me la estaba clavando no había podido vaciarme las vesículas seminales.
Quedé satisfecho, había logrado saciar ese desesperado deseo de estar con alguien por eso cuando terminamos muy agotados me vestí y me fui para mi casa.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

KAMASUTRA: El esclavo

Para realizar esta postura, el chico que va a ser penetrado debe tumbarse sobre una
superficie con las piernas dobladas llevadas hacia el pecho.

Con los brazos entre las piernas puede tomarse los pies paramantener más estable la postura. El chico activo se colocará detrás para penetrarlo apoyado sobre sus rodillas y agarrando también las piernas de su amante.
La penetración en esta posición es muy muy profunda puesto que el ano se relaja, siendo el chico activo el que controla el movimiento.
Además, éste podrá masturbar a su compañero. Si se quiere variar de postura nosotros recomendamos que se pase a la de la gran V, ya queno requiere interrumpir la
penetración.

Mostrando paquete por cam

martes, 28 de septiembre de 2010

El sexo y sus beneficios

Los siguientes son los beneficios que proporciona el sexo regular, según los estudios científicos disponibles:
Ganar energía
El sexo es una forma de ejercicio físico. Tener relaciones sexuales tres veces por semana permite quemar muchas calorías y mantenerse en forma a lo largo del año. Es equivalente a correr 120 km.
Incrementar la oxigenación
El sexo incrementa el aporte de oxígeno a las células y estimula la actividad de varios órganos y sistemas dentro del cuerpo.
Reducir el colesterol
El sexo balancea el equilibrio entre el colesterol bueno y el malo y al mismo tiempo reduce el exceso de colesterol en el cuerpo.
Reduce la aparición de dolores
Algunos estudios indican que el mantener sexo reduce las jaquecas y los dolores en general.
Protege a la próstata
Es sabido que los desórdenes prostáticos son causados o empeoran como resultado de las secreciones de la glándula. La actividad sexual regular elimina esas secreciones. De todos modos, un repentino cambio en la frecuencia puede causar desórdenes relacionados con la próstata.
Disminuye el estrés
La satisfacción y relajación que produce el sexo son beneficiosos para la mente y el sistema circulatorio.
Aumenta la felicidad marital
El amor y el afecto puede incrementar el nivel de ocitocina, una hormona que aumenta el deseo sexual. Un alto nivel de ocitocina puede incrementar la frecuencia de encuentros sexuales en una pareja.
Aumenta la secreción hormonal
El sexo es una ventaja, especialmente para las mujeres. Las relaciones sexuales regulares incrementan el nivel de hormonas femeninas, que reducen el riesgo de enfermedades del corazón y del tracto vaginal.
Incrementa la energía física
El ejercicio físico, en cualquiera de sus formas, aumenta los niveles de la hormona masculina, testosterona, en el cuerpo. Los expertos dicen que esta hormona fortalece los músculos y huesos del cuerpo humano.
Proporciona un suplemento hormonal
Durante las relaciones sexuales, la hormona llamada DHEA es segregada en el cuerpo. Durante los orgasmos o justo antes de la eyaculación, el nivel de DHEA en la sangre es 5 veces mayor a lo normal. Altos niveles de DHEA han sido asociados con la longevidad, el aumento de la libido, la formación de masa muscular y la desaparición de la depresión.

Ya lo saben a prácticar mucho el sexo.
FUENTE: http://hombrebelloysaludable.blogspot.com/

PAQUETISIMOS

lunes, 27 de septiembre de 2010

HOMBRE PELUDITO

KAMASUTRA: El Misionero

La más clásica y común de las posiciones pero no por eso deja de ser muy interesante. Se emula el misionero heterosexual pero con la diferencia de que como el ano no está adelante como la vagina pues el pasivo debe subir las piernas y cruzarlas sobre la espalda del activo.
Es además una de las más cercanas ya que permite besarse y abrazarse sin mayores complicaciones y puedes ver la cara de tu pareja durante el coito. La penetración es profunda y el pasivo puede mantener cierto control del ritmo impulsando al activo con las piernas.
Además tiene la ventaja de que el activo puede masturbar a su compañero y en casos de suficiente flexibilidad en la espalda hasta puede lograr mamarselo al tiempo que lo penetra.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

DEPORTISTAS

KAMASUTRA: Los dos pilares

Esta postura es cómoda para aquellos amantes que sean más o menos de la misma altura. Ambos estarán de pie, colocándose el activo detrás del pasivo. El pasivo puede separar las piernas o bien mantenerlas más juntas mientras que el activo lo penetra. La diferencia está en que la penetración será más o menos profunda.El contacto entre ambos será muy intenso, permitiendo que el chico que penetra pueda tocar y masturbar a su pareja.Podréis hacerlo totalmente de pie, apoyados sobre una pared o también con el chico pasivo, reclinado sobre una cama o una mesa.

martes, 21 de septiembre de 2010

HISTORIA: Un albañil muy fornido

Esta historia empezó cuando me dedicaba a repartir publicidad por los buzones de mi ciudad, me recorría todas las calles dejando en todos los buzones todo tipo de panfletos y cuartillas en las que se vendían milagros a precios súper rebajados. Cada día pasaba por una calle donde había un edificio en obras y aunque nunca me han llamado la atención los hombres trabajando semidesnudos; allí vi a un hombre al cual le tuve que dedicar mas de una paja cuando llegaba a casa. Lo vi trabajar sin camisa y esa imagen se me grabaría en la mente por mucho tiempo.
Era un hombre alto, fornido, tenia cuerpo de atleta. Se notaba en su cuerpo el trabajo de esfuerzo que vendría realizando desde hacia años, tenia una abdominal totalmente plana y un pecho muy musculado el cual estaba totalmente cubierto por una gran mata de pelos castaño, como su cabello que aunque ya empezaba a escasear estaba prácticamente rapado de una forma muy masculina. No se si fue porque yo era muy descarado o porque él sabia de que iba, pero rápidamente se dio de mis miradas y cada vez que pasaba por allí era él el que me miraba en vez de yo a él, pero no como yo querría que me mirase, se ponía serio y parecía que quisiese ahuyentarme con su mirada.
Parecía enfadado por que yo le mirase y se notaba molesto por lo que yo dejé de mirarlo para no tener que pasar por una situación desagradable. Pasó un tiempo y un buen día mientras pasaba cerca de la obra mientras introducía publicidad en un buzón alguien se acerco por mi espalda, me puse algo nervioso ya que de algún modo temía que pudiese ser él, me revolví y estaba allí mirándome a la cara con gesto serio y sin decirme nada, dada la situación tan violenta tuve que tomar la iniciativa yo y le dije;
- ¿Si?
- ¿Quería algo?
A lo que él me respondió;
- No, nada solo quería hacerte una pregunta, me he dado cuenta que todos los días cuando pasas me miras ¿Nos conocemos o algo?
Yo me quedé sin palabras y en mi mente solo había una frase “tierra trágame”, pero tímidamente respondí; - No lo se, yo a usted no lo miro, igual le ha parecido a usted, ¿Cree que me conoce de algo o mi cara le parece familiar?
De una forma seca me dijo: - no, no creo que te conozca de nada, pensé que me mirabas porque te gustaba.
En ese momento mis nervios estaban a punto de estallar, no sabia como salir de esa encerrona y por su mirada temía lo peor ya que su cara seria me daba mala espina.
Entonces respondí:
- No, no es el caso.
Poco convencido insistió y me dijo que si estaba seguro de lo que le estaba diciendo y me dijo:
- Pues yo creo que tu estas muy bien y que tienes un buen culo. Cuando escuché esas palabras vi una luz de esperanza y ya mas seguro de mi mismo pude contestarle de la forma que tal vez él hubiese querido desde el primer momento. Pues si te gusta, igual te lo dejo probar…
Rápidamente miró a ambos lados y me dijo:
- Apunta este teléfono y luego a partir de las 8 llámame, me dio su numero, se disculpo por no tener tiempo y se fue corriendo a continuar con su trabajo.
Pasé todo el día pensando en lo ocurrido, con dudas de si esa propuesta sería en serio o tal vez seria una trampa para vengarse de mi por haberle mirado, pues era muy serio, tenia una barba de dos días que le realzaba un mentón provinente y ocultaba un lunar en la mejilla. Su voz era muy grave, muy masculina, era todo un hombre de unos treinta y tantos. En su cara resaltaban sus ojos azules que para nada mostraban inocencia.
Pasaron las horas y se acercaba la hora de tener que llamar, mis dudas eran cada vez mas fuertes pero tenia que probar así que sin darle mas vueltas a la cabeza lo llamé. Respondió al teléfono y yo solo pude decir hola, entonces él enseguida me pregunto: - ¿Eres el chico de la publicidad? - A lo que le respondí que si, enseguida su siguiente pregunta fue - ¿Tienes sitio? - Sorprendido pero decidido le respondí que si y él directamente me empezó a preguntar por la dirección y como vernos. En menos de un minuto de conversación ya tenia mi dirección y ya habíamos quedado, fue todo muy rápido, apenas me dejó hablar fue como un interrogatorio. Estaba a punto de despedirse cuando le corté y dije:
- Perdona pero… ¿Cómo te llamas? - Entonces se disculpó y me dijo que se llamaba Javi.
Un cuarto de hora mas tarde como habíamos quedado sonó el timbre de mi puerta, abrí y era él, con timidez me dijo hola y entro. Cerré la puerta y la timidez se quedó fuera pues nada mas cerrar la puerta empezó a desabrocharse la camisa y mostrando su pecho cubierto de esa mata de pelos que tan atractivo lo hacía. Sin poder ni indicarle donde estaba el dormitorio me cogió por detrás y empezó a sobarme el culo de una forma bastante bruta, era un hombre fuerte y me controlaba como quería así que me forzó para ponerme de rodillas justo a la altura de su polla. Se bajó los pantalones y los calzoncillos y me dijo - chupamela -. La tenia durísima y muy gorda, tanto que dudé en que me cabiera entera. Empecé a comérsela como si de un caramelo se tratase, era enorme, dejaba deslizar mis labios por su glande mientras con mi lengua acariciaba la punta. Él hacía fuerza para intentar metérmela hasta el fondo pero yo que no estaba preparado para poder meterme ese rabo tan grande en la boca retiraba la cabeza hacia atrás, ahí fue cuando el me cogió de la cabeza e impulsando su miembro me la metió hasta el fondo. Poco mas y me ahogo, aun recuerdo la sensación que sentí al tocar su pene mi campanilla, en un acto reflejo me saqué su polla de la boca y le propuse ir a la cama. Con un gesto serio solo me contestó ¿Dónde? Le pedí que me siguiera y lo conduje hacia la cama, comencé a desnudarme y lo invité a que él lo hiciera también. Una vez desnudos, se acercó a mi y puso su aparato en mi boca y sin decir nada entendí que lo que quería era que continuase. Seguí con lo que había dejado a medias tomando mis precauciones para que no me pasase tan desagradable situación como loa que me había pasado momentos antes.
Pasaba mi lengua por todo su tranca e intentaba mirarlo a la cara para ver su reacción, su gesto era bastante violento, podría decir que me miraba hasta con desprecio pero al mismo tiempo mordía su labio inferior haciéndome saber que estaba disfrutando. De nuevo empezó a coger mi cabeza intentando meter todo su nardo en mi boca y a pesar de mis intentos por evitarlo al final se salía con la suya y me metía su rabo hasta el fondo sin poder metérmelo entero como intentaba. De vez en cuando conseguía librarme de sus brazos y podía sacármela de la boca y pasaba mi lengua por todo su instrumento, lamiéndole también esas dos bolas cubiertas de pelo que le colgaban mientras mis manos se perdían por su pecho lobo.
No decía nada y su gesto era serio y brusco como el empujón que me dio para separarme de él y tenderme sobre la cama. Me cogió con sus brazos y me dio la vuelta, me fue incorporando para ponerme a cuatro patas, se impregno la mano con su saliva y me untó el culo. Con sus manos separó mis nalgas y me metió su instrumento. Fue tanto el dolor que sentí que no pude evitar pegar un grito y retirar mi culo para evitar que continuase, inmediatamente puso sus manos en mis caderas y con fuerza no dejaba separarme. En ese momento estaba sintiendo un dolor impresionante pero parecía que poco le importaba a él que me sujetaba con fuerza mientras iba dando sacudidas sin parar, me estaba metiendo casi toda su polla dentro de mi culo.
Notaba su tronco gordo dentro de mi, notaba como se iba llenando de sangre y cada vez era mas gordo, era evidente la excitación de mi compañero a pesar del silencio con el que me estaba follando. Poco a poco fui relajándome y disfrutando de la follada que me estaba metiendo ese hombre tan macho y tan rudo. Logré separarme de él y quise llevar las riendas yo, cosa que me resultó muy difícil, pero si conseguí poder tumbarlo boca arriba para poder montarme encima de él y cabalgar encima suya como si de un caballo se tratase. Introduje su nardo en mi culo sin dificultad alguna y empecé a mover mi culo, su gesto no cambiaba pero de buena tinta sabia yo esto le iba a gustar. Empecé a moverme rápido y bruscamente como veía que le gustaba a él, que con sus manos en mi cintura iba marcando el ritmo al que me iba penetrando. Con mi mano derecha empecé a masturbarme y con la izquierda acariciaba su peludo cuerpo que tanto me gustaba. Pasaba mi mano de arriba abajo deteniéndome en su torso de macho, aceleraba el ritmo pero su gesto continuaba siendo el mismo, solo de vez en cuando me propinaba una sacudida mas fuerte llegándome a introducir toda su polla en mi culo. Esta era mi oportunidad, podía magrearlo mientras me follaba y aunque por algún pequeño momento me sentía utilizado, sus pollazos hacían olvidarme de cualquier pensamiento que no me hiciera disfrutar. Yo seguía moviéndome mientras miraba sus ojos azules y su gesto inexpresivo, cuando vi que le cambió la cara, entonces me levanto y sacó su tranca de mi, me tumbó hacia arriba y me levantó las piernas, de nuevo se escupió en la mano para ponerme su saliva en mi ano, introdujo su falo y mientras sujetaba mis piernas continuó con la faena.
Yo estaba disfrutando como un loco, miraba su pecho y su cara tan masculinas y eso solo me hacían ponerme cachondo, iba masturbándome mientras él me iba follando era tanto el placer que estaba sintiendo que no pude aguantar casi, segundos mas tarde mi leche salió de mi polla impregnando mi ombligo. Creo que eso a él le tubo que excitar ya que aceleró el ritmo y sus sacudidas eran cada vez mas fuertes, hasta que sacó su nabo y con un ligero movimiento de muñeca empezó a escupir leche de su polla. Expulsó con tal fuerza que llegó a untarme la cara en el primer lechazo caliente y húmedo, eso le debió de inspirar, dado que continuó meneándosela y siguió escupiendo mientras iba acercando su gran polla a mi cara y con su voz grave y masculina me dijo: Cométela que es toda para ti, me introdujo su pene en mi boca y fue llenándola de su semen. Una vez había expulsado todo su contenido se tendió en la cama a mi lado sin mediar palabra, estuvimos así un par de minutos sin decirnos nada, entonces me levanté y fui al baño a por papel higiénico para limpiar nuestros cuerpos. Cuando volví con el papel él ya estaba medio vestido y con su peculiar forma de hablar me dijo que tenia que marcharse y así lo hizo.
No volví a saber nada mas de él nunca, le llamé varias veces pero jamás me cogió el teléfono.

lunes, 20 de septiembre de 2010

KAMASUTRA: El caballito

Al estilo del viejo oeste, en esta posición el penetrado se tumba boca abajo muy relajado e intentando dejar el ano lo más expuesto posible. Su compañero se coloca justo sobre él y como consejo primero le abre las piernas y lo penetra y una vez adentro cierra las piernas del penetrado y se incorpora como montando un caballo.
Esto le permite a quien penetra tener libertad absoluta para moverse y cabalgar a su pareja mientras que el penetrado está lo suficientemente cómodo como para aguantar la embestida.
El penetrador también puede apretar con sus rodillas el cuerpo de su compañero para ajustar el roce y tener un dominio absoluto del movimiento.

FUTBOLISTAS

viernes, 17 de septiembre de 2010

HISTORIA: El padre de mi vecino

Era un tiempo en el que yo contaba con 24 años y salí de mi casa a resolver mi vida solo. Fuí hacia el sur de la ciudad y allí me instalé en un edificio con tan solo 6 departamentos, el mío daba a la calle y en frente vivía el que me dijo llamarse Marcos, un muchacho como de 30 años. Solo lo ví el día que me mudé por que llego muy tarde y salgo demasiado temprano a trabajar. Esa vez me invitó alguna vez a visitarlo y le dije que después con gusto. Nunca lo hice hasta que por alguna casualidad tuve que regresar a mi casa por unos documentos que olvidé y allí en el elevador me encontré a su padre, un hombre de 57 años, de pelo bien peinado y cano, un bigote recortado pero abundante iigual con algunas canas. No medía más de 1.75 cm de estatura y bien vestido. Me dijo algo que trabajaba en alguna oficina gubernamental y de allí que ese día usaba un traje azul a rayas y zapatos negros muy lustrosos. La barriga grande y pensé que la gente que trabaja en el gobierno siempre es barrigona, por el exceso de buena comida y su mal trabajo que realizan.
-Buenos días joven, ¿así que usted es el nuevo vecino?....diciendo esto me miraba recorriendo mi cuerpo, yo pensé que no le gustaba mi ropa por que no visto muy formal que digamos.
-Así es, respondí, Raúl es mi nombre y estoy a sus órdenes.
-Gracias, yo me llamo Manuel y creo que ya conoces a mi familia, por lo menos a mi hijo Marcos que fué quién me habló de ti. Pero no se si sabes que salió de viaje a Los Angeles y por allá estará un mes. Mi esposa se llama Laura y ella ahora se encuentra en el hospital por algo que no es delicado pero si de cuidado. Dicen que estará por lo menos dos semanas más.
Yo me encontraba un poco nervioso por que don Manuel me parecía un hombre sumamente atractivo pero más cuando se rascaba los testículos como entre acomodándoselos y masajeándolos. Pensé que llevaría ya un tiempo sin relación sexual, pero no, los hombres como él no paran y siempre tienen a una amante, aunque este señor se veía decente y fiel por la forma de hablar sobre su familia.
En eso llegamos a nuestro piso y ya me estaba invitando a pasar a beber algo, yo no pude decir que no por que realmente me fascinaba su rostro y su cuerpo de hombre maduro. Y aunque tenía prisa y debía recoger los documentos no me importó y pase a su departamento. Se quitó el saco y la corbata, se desabrochó los dos botones de la camisa en el pecho y pude observar la cantidad de pelo blanco que salía, eran muy largos y gruesos. El parece que se dió cuenta de mi fijación por que me preguntó si algo pasaba. No, le dije titubeante... Es que nunca había visto yo tal cantidad de pelo en el pecho de alguna persona.
-Ah pues si te impresiona eso te muestro la escena completa si quieres....y comenzó a desabotonar por completo la camisa dejando al aire libre esa espectacular barriga dura y peluda...
Yo no sabía que hacer y no pude dejar de admirar, me puse nervioso y él se acercó y tomo mi mano para ponerla sobre su pecho. Sientelos por ti mismo, me dijo.
En ese momento me recorrió un temblor de excitación por el cuerpo y mi pene se endureció al instante, no podía ocultarlo así que sin más don Manuel me lo agarró apretándolo fuerte mientras con la otra mano me acercaba por la cintura, luego de esto me soltó y me dió un abrazo largo sintiendo yo su respiración agitada en mi cuello y su verga parada por mi estómago y sobre su pantalón azul a rayas elegante. Sin pensarlo más me quite la camisa para sentir la barriga peluda que se movía por la excitación. Nos besamos y su bigote me hacía gemir por sentir aquella boca madura sobre mis labios. Los de él eran carnosos, grandes y besaba como solo puede besar un hombre con experiencia, recorriendo cada centímetro con su lengua, mordiendo mis labios dejándome sentir el placer sexual de los sentidos, de los labios, de los cuerpos. Su boca en mi boca se contenía en respiros agitados, fuertes, penetrantes. Eso me alteraba y yo solo quería que ese momento durara toda la vida. Yo lo quería comer, don Manuel me quería comer. Separamos nuestros labios y nos miramos con mirada profunda, de esas donde no hay tiempo ni espacio, de esas miradas que se dicen todo sin decir nada, con silencio cómplice que mata los sentidos y la razón. Nos estábamos dejando llevar a nuestra escencia corporal y carnal a pesar de nuestras familias. Nada importó en esos momentos.
-Hace mucho que no había estado con un hombre, me dijo, creo que 15 años por lo menos de la última vez y ya lo extrañaba.
-Yo nunca he estado con ninguno, le pude decir entrecortado, aunque siempre lo he deseado nunca me había desicido por temor o no se, pero ahora que lo hago y con una persona como usted, creo que me siento en el cielo. Usted es para mí esa especie de hombre que lo representa todo, y su cuerpo.....¡que hermoso cuerpo de verdad!
-¿Te parece que tengo bonito cuerpo? A mi no me gusta, estoy demasiado panzón y un poco pelón, canoso y la verga la tengo muy chiquita...¿quieres verla?
-jejeje....por supuesto que quiero verla, pero eso déjeme hacerlo por mi mismo, quiero ir descubriendo paso a paso eso que tanto placer causa. Yo por lo mismo le digo que usted representa todo lo que se necesita de un hombre. NO se, las barrigas grandes siempre me han parecido hermosas, además que si las relacionamos con algo, tienen que ver con la madre y sus vientres en la gestación de un hijo, el exceso de cuidado y la protección. Yo creo que eso es lo que me provoca la atracción, sentirme de alguna manera protegido por una persona adulta....
-Me gusta que lo veas así por que entónces entiendo que no solo es el coger por coger lo que quieres y yo tampoco, creo que por eso deje de buscar, lo que yo necesito es también sentirme querido por alguien, si es cierto que amo a mi familia, también me siento solo en lo otro, pero ahora puedo sentir que de alguna manera, por lo menos si te soy atractivo aún con mi barriga enorme, pienso que puedes sentir quererme por lo menos estos momentos.
En eso estábamos pero me sentí un tanto extraño por que no era común que en plena excitación, nos pusiéramos a hablar de eso, solo seguíamos abrazados y mirándonos como desde el principio, hablando de las cosas que no se hablan en un encuentro rápido. Creo que comencé a sentir algúna especie de ternura por don Manuel, ya no era solo el atractivo de su cuerpo el que me tenía allí, era más allá de la simple excitación corporal, era mi mente y mi corazón que estaban entrando en el juego de los sentimientos.
Lo mire de nuevo con más ternura y sonreí, lo abracé de nuevo pero con más calma y mas profundo, como para que sintiera que realmente era querido, por su parte me sonrío también y me agradeció recorriendo mi cuerpo son sus manos grandes y manchadas por el sol.
Comencé a recorrer su cuerpo con mis labios, con mi lengua, y a pesar de no saber como hacerlo por que era mi primera vez, le arranqué suspiros de placer, bajé por su pecho y me entretuve allí mirando y succionando sus pezones grandes y negros, recorrí su estómago y lo abracé y me quedé por un momento disfrutando de su respiración agitada. Llegué a su pantalón el que desabroché lento mientras mi rostro sentía como su mienbro palpitaba, lo comencé a bajar y vi sus calzoncillos largos que enseguida se levantaron por la dureza de su verga..Los comencé a bajar y allí estaban sus pelos muy largos y grises, negros y espesos, pegué mi nariz y olí el aroma de hombre viejo, hombre necesitado de ser querido. Terminé por bajar los calzoncillos y mire su tiesa verga, era realmente hermosa, de un color moreno y con la cabeza rosada que ya para esos momentos estaba goteando lubricante. Me sorprendió la cantidad de lubricante que desprendía, así que levanté la mirada y con sus ojos me suplicaba, tomé la verga y la recorrí con una mano y con la otra sus huevos peludos y redondos, grandes. Su verga no medía mas de 14 cm, pero al parecer había trabajado mucho por que lo sentía. Pasé mi lengua por su cabeza rosada mientras lo miraba, él gemía y empujaba sus nalgas como invitándome a algo más, yo no lo dude y me la metí toda de una vez, así la tuve por largo rato hasta que bajé a sus huevos que subían y bajaban a un ritmo acelerado. Hundí mi cabeza en su vientre mientras su barriga me presionaba la frente. Es hermoso sentir el cuerpo de un hombre así, solo mío en ese momento.
Me tomó de las brazos y me levantó dándome otro largo beso y terminó por sacarse los pantalones....Me llevó a su cama mientras yo me iba desvistiendo lo que me quedaba. Me recostó boca arriba y se tiró sobre mí. No supe de mí por un momento por que dábamos vueltas abrazados y recorriéndo nuestros cuerpos, no se como fué pero así comencé a sentir uno de sus dedos en mi hoyo, me comenzó a doler mucho, realmente mucho, pero no quería dejar de sentirlo...Solo que cuando introdujo la mitad se me salió un pequeño grito y por ello preguntó si quería que parara o si quería que lo hiciéramos. Yo le dije que sí por que ya no podía parar. Siguío y lo metió todo masajeando y luego moviéndolo como buscando algo. yo no pude más y le dije que quería sentir su verga dentro. Fué así que me puso baca abajo y de nuevo se subío, me abrazó fuerte y hablándome comenzó a meterla, despacito primero. Yo no aguantaba el dolor pero don Manuel me hablaba diciendo que me quería, que también me necesitaba como yo a él, así sin pensarlo me la metió toda, y a pesar de no ser grande si era lo suficientemente gruesa para hacer sentir, pasó un rato allí sin moverse, solo besándome y acariciando mis cabellos, mi espalda y ya que me sentí tranquilo comenzó a sacarla lento pero rítmico, hacia dentro y hacia afuera. Fué un rato largo y pensé que su edad no le permitía moverse más pero estaba muy equivocado por que de repente comenzó un ritmo acelerado, su verga pareció crecer y engordar más por que la sentí mas adentro, su barriga vibrando en mi espalda, sus huevos pegados a mis nalgas. De allí se incorporó y me dió la vuelta sin sacarla, me levantó las piernas y me la metió con fuerza, luego me atrajo más hacia él y volvió a empujar, solo que esta vez yo la sentía mas grande y así una tercera vez me atrajo casi quedando la mitad de mi cuerpo volando y él puso mis piernas ya muy pegadas a mi pecho, se recostó más sobre mí y allí besándome ya empujó y empujó hasta que ya no pudo más, yo para ese momento no sabía si sentía dolor o placer, lo que si sabía es que estaba disfrutando como nunca a ese hombre, su mirada y su cuerpo. Así pues en espasmos largos terminó por dejarme su líquido dentro y así se quedó un buen tiempo como pudo abrazado a mí. La verga salió ya pequeña y entónces se recostó a mi lado. Creo que desde entónces estamos recostados uno junto al otro, por que a partir de allí nos volvimos cómplices, amantes pero sobre todo, dos grandes amigos.

jueves, 16 de septiembre de 2010

HOMBRES

Imagino llegar a mi casa, después de un día de arduo trabajo y  encontrarme con unos de estos machotes sentados en el sillón,  invitádome a que me sumerja entre sus piernas. Ufff que manera más deliciosa de relajarse y olvidarse por un rato del cansancio y el trajin diario.
Pues a dejar volar la imaginación... que harian con estos tios??? A mi ya se me pasaron miles de cosillas por la mente jejejeje...

DEPORTISTAS

lunes, 13 de septiembre de 2010

sábado, 11 de septiembre de 2010

HISTORIA: El gitano del bañador

Veréis, yo curro en una tienda de deportes, de estas enormes que lo mismo tienen botas de fútbol que palos de golf. Yo estoy de asistente-reponedor en la zona de natación, donde están los gorros de plástico, las bombonas de oxigeno para submarinismo o los bañadores, entre otras muchas cosas. Al principio es un lio con todo lo que ahí, pero en un par de semanas acabas por saber donde está todo.
Una de mis tareas es vigilar la zona de los probadores, para que la gente no se lleve puesta ropa que no es suya o para que no metan más prendas de las permitidas. Los sábados es una tarea casi imposible, pero entre semana suele estar la cosa tranquila y no hay muchos problemas. Generalmente suelen crearlos o la gente joven o los gitanos, que siempre te salen con historias raras y te acaban robando algo o montándote un número.
Lo que me ha ocurrido está relacionado con los gitanos, aunque no precisamente con el tema de los robos, sino con otro distinto, el de sus diferentes costumbres y su manera de ser.
Al ser lunes y encima final de mes, la tienda se ha tirado todo el día vacía. Generalmente hacemos 5.000 o 6.000 euros de caja, y hoy no hemos pasado de los 2.500, lo que da una muestra de lo que ha sido el día. Yo me he dedicado a colocar mi zona, que estaba un poco abandonada, pero otros compañeros se han aburrido un huevo. De todas formas, yo me lo he pasado bien por otros motivos.
Eran las cuatro y media o así, y en la tienda no habría más de diez o quince personas, con lo que estaba prácticamente solitaria. Yo estaba colocando unos bañadores nuevos que nos han traído cuando ha venido un señor de unos 50 años preguntando por bañadores para su hijo. El chico estaba mirando no se que, y hasta que no ha llegado no le he podido aconsejar. Padre e hijo eran gitanos, pero no daban ningún tipo de mala impresión, parecían muy educados, pidiendo todo por favor y eso.
Aun así, el chico tenía pintas de ser el más duro de su barrio, con un par de pendientes en la oreja izquierda y el pelo muy negro y un poco largo, acabando en una coleta desaliñada. Llevaba una camiseta del Atleti de hace tres o cuatro temporadas y unos vaqueros raídos a la última moda, y remataban el conjunto unas deportivas Nike Shox Cog Id naranjas y negras bastante horteras, por cierto.
La verdad es que no sabían lo que iban buscando, querían un bañador que no fuera muy caro, pero que le gustara al chico, y a este solo le gustaban los de marca, que pasan todos de los 30 euros. El padre no quería gastarse tanto, y como no tenía nada mejor que hacer, les he estado sacando modelos un buen rato. Al final se han quedado con tres que le gustaban y no eran demasiado caros. Como no sabían la talla les he dicho que se los probara, y claro, me han hecho caso.
He dado por hecho que se irían a los probadores, pues el chico debía tener doce o trece años y a esa edad ya da corte desnudarse en público, pero cuando me he querido dar cuenta el chaval se estaba desabrochando los vaqueros en mitad de la tienda. No había nadie por allí, pero de todas maneras les he indicado que fueran mejor a los probadores. Como el padre ha visto que estaban bastante lejos, le ha dicho al chico que daba igual, que yo no me iba a asustar y de paso les daba mi opinión. Me ha dado algo de apuro, pero todo sea por contentar a los clientes...
Lo más gracioso del tema ha sido que el chico no se ha conformado con quitarse solo los vaqueros, sino que se ha bajado también los calzoncillos y se ha quedado en bolas de cintura para abajo con toda la naturalidad del mundo. No he podido evitar fijarme en su polla, algo grande para la edad que aparentaba tener y muy oscura, casi parecía la de un negro. Solo tenía una mata de pelo negro y muy rizado sobre la base, y los huevos le bamboleaban mientras se subía el primer bañador.
Le quedaba un poco justo y no había tallas más grandes, así que ha tenido que probarse el segundo. De nuevo el mismo procedimiento, pantalón abajo y picha al aire, y otra vez no he podido evitar echarle una mirada a su polla mientras se lo ponía. Este le sentaba mejor, pero el padre le ha insistido en que se probara el tercero también, pues era cuatro o cinco euros más barato, aunque era blanco y les he advertido que podía clarearse un poco con el agua.
Al final se ha llevado éste puesto, no sin antes quitárselo otra vez para poder cobrárselo. El chico se ha dado cuenta de que no le quitaba ojo, pero no ha dicho nada, ni su padre tampoco. Yo me he quedado recordando la anécdota un buen rato, y no hubiera tenido mayor importancia de no haber sido por lo que ha ocurrido un par de horas después.
Aún seguía recordando al chico desnudo, y ya estaba planeando cascarme una paja a su salud al llegar a casa cuando me le he vuelto a encontrar por mi sección. Venía él solo, con el bañador que se había llevado puesto y otro modelo distinto en la mano, y se ha acercado al mostrador para explicarme que a su madre no le había gustado que fuera blanco porque se le iba a transparentar todo, y que quería cambiarlo por otro. Me ha dicho que quería probárselo, y que si por favor podía acompañarle a los probadores porque no sabía si le iba a quedar bien y le daba corte cambiarse en mitad de la tienda porque ahora había algo más de gente.
Diría que me ha guiñado un ojo a la vez que me explicaba todo aquello, pero no he querido darle importancia, pues no me cabía en la cabeza que un chaval tan joven me estuviera tirando los trastos. Me he ido con él por si podía volver a verle desnudo, no lo voy a negar, pero no me esperaba que pasara nada raro. Cuando me ha insistido en que pasara con él al cubículo he empezado a sospecharme algo, pero pensaba que eran imaginaciones mías.
Nada más entrar se ha quitado el bañador que llevaba puesto, y de nuevo se me han ido los ojos a su aparato. La tenía algo morcillona, y al ver que no la perdía de vista me ha preguntado en un tono bastante amenazador que si era maricón, porque no dejaba de mirarle la polla. Reconozco que me ha dado algo de miedo, aunque yo sea ya mayor de edad y le sacara una cabeza, pero a lo mejor llevaba una navaja y le daba por hacer una tontería.
Siempre dicen que la mejor defensa es un buen ataque, así que he optado por lo fácil: decir que no, pero halagarle diciendo que es que la tenía muy grande para su edad, incluso más grande que la mía, y que por eso se la miraba tanto. El chico se ha calmado un poco, y sin prestar el mínimo caso al otro bañador, me ha pedido que se la enseñara para ver si era verdad que yo la tenía más pequeña. Ambos sabíamos como iba terminar aquella conversación, así que me la he sacado yo también para seguir con el juego.
Yo estaba en lo cierto, y el chico se ha quedado muy orgulloso de su herramienta, sujetándola con fuerza y acercándola a la mía sin llegar a tocarla. Cuando le he pedido que se probara el otro bañador, me ha dicho que me dejara de gilipolleces y que se la chupara, que venía muy salido. No ha tenido que pedírmelo dos veces, en un momento me he arrodillado ante él y me la he metido en la boca de un golpe. Aún no la tenía dura del todo, pero al sentir el calor de mi boca se le ha puesto rápido como una piedra.
El sabor no era muy agradable, pero a mí ya me daba todo igual. El gitanillo me agarró la cabeza y comenzó a follársela a lo bestia, sin apenas dejarme respirar. Supongo que no era la primera mamada que le hacían, pues además de aguantar bastante rato, marcaba bien el ritmo de sus embestidas y para un poco de vez en cuando para que ambos recobráramos el aliento.
Al cabo de un rato le he pedido que me dejara hacer a mí, que le iba a gustar más. Sin estar muy convencido, se ha sentado en el taburete que tenemos en los probadores y ha puesto las manos sobre su nuca, como dándome a entender que podía chupársela como quisiera. Como no debía quedarle ya mucho y yo tampoco podía entretenerme demasiado rato, he optado por agarrarle la polla con una mano y con la otra acariciarle los huevos, muy suaves al no tener apenas vello. Mientras tanto le lamía el frenillo con la lengua, y el chaval no paraba de gemir cada vez más fuerte.
Para terminar de rematar, he intentado bajar la mano y acariciarle la entrada del ano, algo que a mi me vuelve loco a la hora de correrme, pero al hacerlo me agarró del pelo diciendo que ni de coña, que él no era maricón y que no le tocara por ahí. No tenía ganas de enfadarle, así que he parado y me he puesto a chupársela muy deprisa para que se corriera. Mi idea era aguantar hasta el último momento y luego pajearle hasta que se corriera, pero el gitano me ha agarrado la cabeza en cuanto ha notado que le venía, y me ha agarrado la cabeza hasta que me ha llenado la boca de lefa. No era muy abundante, pero lo suficiente para hacerme toser mientras trataba de escupirla en el suelo.
Antes de que pudiera reponerme, el chaval se ha subido el bañador, que aun llevaba por los tobillos, y me ha dicho que al final se llevaba ese, que el otro no le gustaba mucho. Yo tenía alguna esperanza en que me devolviera el favor, pero no ha sido así, y el chico se ha largado antes de que me diera cuenta. Yo estaba con un calentón de cojones, nunca mejor dicho, así que me he hecho una pajilla rápida antes de volver a mi zona.
Creo que nadie se ha dado cuenta de mi ausencia, pues dudo que hayan sido más de diez minutos, y al haber poca gente no hacía demasiada falta. Aun así, Mónica, la chica que se encarga de los probadores me ha comentado al salir que se había encontrado restos de semen en uno de los cubículos, aunque según ella había sido una pareja de novios que se había entretenido mucho probándose un chándal. Si ella supiera...

LA MASTURBACIÓN

Muchos hombres descubren la masturbación por accidente, cuando un día ellos están frotando sus penes y sienten algo tan bueno que no quieren detenerse hasta que tienen un orgasmo. Pero hay varias maneras para hacerlo más disfrutable.
Habrá veces donde sentirás una necesidad muy fuerte de masturbarte justo cuando no es conveniente hacerlo. En este caso podrías eyacular tan rápido como sea posible, quizás en el cuarto de baño. Eso está bien -pero deberías saber que masturbarse, como el sexo entre 2 personas, es mucho más placentero cuando puedes relajarte y tomarte el tiempo necesario.
Algunos tipos se masturban acostándose boca abajo y frotando sus penes contra la cama. Una técnica más común implica acostarste boca arriba y frotar el pene con una mano (o las dos). En esta posición, cuando eyaculas, el sémen terminará sobre tu pecho o estómago, de manera que será fácil limpiarlo. (Probablemente quieras levantarte o quitarte tu pijama, camisa o remera, para que el sémen no termine allí, y también quieras tener un trozo de papel higiénico o papel de cocina para poder limpiarte.)
Toda sesión de masturbación exitosa comienza con una erección que ocurre cuando tu pene se llena con sangre hasta el punto en que se hace lo suficientemente largo y duro para manosearlo. Obtener una erección generalmente es tan fácil que con solo tener pensamientos sexuales y frotar tu pene, o si no has eyaculado por un tiempo, probablemente no tendrás que hacer ninguna cosa para obtener la erección!
A continuación hay 4 maneras básicas de sujetar el pene que puedes probar. En realidad son sólo puntos de inicio; es importante para ti que practiques pequeñas variaciones de ellas, lo que te permitirá optar por las técnicas que mejor te hagan sentir.
La primera
En esta técnica común, simplemente envuelves tus dedos alrededor del eje de tu pene y lo frotas arriba y abajo. Proporciona el máximo contacto entre tu mano y el pene -y más contacto significa más placer. Esta técnica es especialmente buena si tienes un pene grande; si no es más largo que el ancho de tu puño entonces no serás capaz de hacer un movimiento largo, de manera que otra empuñadura puede ser más efectiva.
La cinco-dedos
En esta técnica, tu mano y brazo forman un ángulo con tu pene, con 4 dedos arriba del pene en diagonal y tu dedo pulgar por debajo. Esto te permite obtener más control sobre el contacto del pene y la mano, y te permite mover tu mano a lo largo de toda la longitud del pene, aún si no es muy largo.
La tres-dedos
Esta técnica es buena si tienes un pene pequeño. Simplemente sujetas el pene como lo haces con un lápiz o una lapicera. Esta empuñadura posibilita un máximo control y distancia del movimiento (desde la base del pene hasta la cabeza), pero el contacto de la mano y el pene es menor que con las otras empuñaduras.
La mano al revés
Esta técnica -como “la primera” pero con la mano al revés- es un poco graciosa, pero se siente muy bien. Es un poco complicada al principio pero es una excelente empuñadura para usar cuando solo quieres probar por algunos minutos algo diferente a “la primera”.

FUENTE: http://www.hombresdehoy.com/
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HOMBRES PERFECTOS