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lunes, 20 de diciembre de 2010

HISTORIA: Mi Tio Pedro

Esta es una de mis experiencias con Pedro, un tío de unos 34 años, pectorales prominente, con gran vello por el pecho y las piernas, y con un pene de unos 19 cm de largo y bastante ancho y venoso.
Ya os hablé de él, en mi relato de la gran nevada. (Publicado el 11/11/10)
Después de aquel día pues nos veíamos, cuando quedamos a jugar al fútbol y en alguna ocasión más. Yo siempre le miraba porque la verdad me gustaba mucho. Pero tenía novia con la que vive, y vivimos en una ciudad pequeña, así que no podíamos quedar mucho.
Pero un fin de semana saliendo él con sus amigos y yo con los míos, lo ví en un bar, iba con una camisa de cuadros, de manga corta por la que le salían los pelos del pecho, marcando con sus pectorales y sus brazos duros. Me estaba poniendo muy caliente de solo verlos y le fui a saludar.
Estuvimos hablando un buen rato pero yo me estaba poniendo enfermo de sólo imaginarle tras de mi. Así que le dije que un momento que iba al baño a mear.
Cuando me estaba acabando de mear, una boca se me acercó al cuello y sin tocarme me paso su susurro, lo cual me puso más excitado. Ese susurro era de Pedro. Que me rodeó con sus brazos para agarrarme la polla y me dijo:
-Hola putita, se ve que esa polla esta algo más larga de lo habitual porque habrá sido.
En poco tiempo se me puso superdura, y noté su bulto cerca de mi culo. Me cogió del brazo y me metió en el servicio. Se bajó sus pantalones, y me ordenó que se la mamase.
Ese rabo olía a macho cabrio, estaba dura como una piedra y babea líquido preseminal, primero le pasé la lengua por el capullo a lo cual dio un gemido de placer y me cogió la cabeza para follarme la boca como un buen amigo, mientras me decía:
-Joder putita, eres el que mejor la chupa de cuantos tíos y tías me he tirado, cuanto deseaba volver a meter mi polla en tu boca.
Me gustaba que me dijera eso, mientras le acariciaba los pectorales mientras de rodilla no paraba de comer ese pedazo de nabo, luego bajé a los huevos a darle unos pequeños mordiscos y volver a comer ese pene tan duro.
En poco tiempo se corrió inundándome la boca, pero no pudo gemir ya que estábamos en un baño de un bar y a veces entraba gente. Salimos y me dijo:
-Esta noche mi novia no está en casa, tengo ganas de un culito fino y suave como el tuyo, mejor dicho quiero tu culo. Así que pon una excusa a tu novia y estate por ahí hasta que te llame. Hoy serás solo de mi polla y para mi polla no probarás más que esto.
A lo cual le respondí que si, pero a ver que me inventaba esa noche. Después de una hora logré librarme de mi chica. Al rato Pedro me llamó y me dijo que donde estaba que venía a buscarme en su coche.
Llegó y me monte, empecé a sobarle el paquete y él decía:
-Estas ansioso ¿eh?, la verdad que yo también me has hecho una mamada deliciosa en el baño y quiero más mucho más, pero has de esperar a que lleguemos a casa, es peligroso por la calle.
Llegamos a su casa, y me abrazó por detrás mordiéndome el cuello y pasándome por la mano por dentro de la camiseta mientras me la desataba.
Me giré y desabroché sus botones, que pectorales tiene, le iba comiendo sus pezones mientras le agarraba el bulto que se notaba que estaba con ganas.
Ahora si vas a saber lo que es bueno, lo que es un hombre follándote, cómeme la polla puta.-dijo Pedro-.
A lo cual le respondí:
-Hoy haré lo que quieras, me estabas poniendo en el bar a mil con esa camisa, eres un puto cabrón y lo sabes.
Estuve lamiendo un buen rato, sobándole entero. Después de una buena sesión de mamada, me cogió en brazos y me llevó a la cocina, me tumbó encima de la mesa de la cocina boca arriba y me abrió las piernas.
Se agachó y empezó a comerme el culo, que lengua más dura y que placer, me retorcía de gusto. Me metió un dedo, al principio un poco de escozor, luego dos, mientras me miraba con deseo. Luego dijo:
-Ahora vas a gemir como lo que eres un buen puto.
Me sujetó las piernas con sus brazos, y me metió primero la cabeza, como dolía, luego el resto iba entrando solo. Hasta que dio con sus huevos en mi culo. Empezó suavemente para luego dar unas fuertes embestidas. Puff como gemía y como gemía yo.
Parecía que la mesa no aguantaba, era un toro salvaje, estuvimos bastante tiempo hasta que decidimos cambiar de posturas, y me puso a cuatro patas en el suelo de la cocina, me daba algún cachete en el culo. Joder que culo tío, luego se quitó el condón y se la volví a comer, seguía dura después de 45 minutos follando. Volvió a penetrarme después el culo, esta vez sin condón.
En poco tiempo se corrió dentro jadeando y gimiendo, que líquido calentito dentro de mi culete vicioso.
-Bueno vamos a ducharnos que nos hemos puesto perdidos. Me dijo
Me metí y el conmigo, pero para mi sorpresa su polla ya estaba dura de nuevo, así que me folló en la ducha, esta se vez se corrió en mi boca.
Era un semental, después de la ducha y después de sus descansos me volvió a follar tres veces más.
Al día siguiente me dolía el culo de las fuertes embestidas que me pegaba.

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