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lunes, 30 de mayo de 2011

HISTORIAS: MI VECINO ARDIENTE

Una de las cosas que me pregunto es ¿porqué buscar placeres y cariño lejos si muchas veces sin darnos cuenta lo tenemos tan cerca?
Pues bien, un día mi papá me pidió que busque a un albañil para que arregle una pequeña ruptura del piso, éramos nuevos en el barrio y no conocía a casi nadie. Pregunté en la tienda de a lado y la señorita me dijo que a tres casas estaban haciendo una construcción dentro y que ahí alguien me podría ayudar. Fui y había 5 albañiles, al jefe de ellos les expliqué mi necesidad y pidió al más joven de sus ayudantes que vaya a mi casa y haga el trabajo.
Este joven a quien en un primer momento casi ni miré porque estaba todo sucio y transpirado con olor a gente que trabaja mucho. Lo llevé a casa y le mostré lo que tenía que hacer, por precaución me quedé con él, porque temía que pudiera robar algo. Recién ahí noté que era un joven grueso, con unas piernas bien gruesas y unos músculos propio de los machos, su hablado era bien seco.
Me pidió un poco de agua (él estaba con un short deportivo) y cuando cogió el vaso y tomó el agua pude notar esos brazos fuertes, bajé la mirada disimuladamente hacia abajo y vi que tenia su miembro erecto... sentí un cosquilleo y comencé a imaginar como estaría. Este chico sin proponérselo me estaba excitando mucho.
Bueno terminó su trabajo y pensé que nunca más lo volvería a ver. Antes de que se vaya le pregunté que si yo necesitaba de sus servicios donde lo podría encontrar y me dijo: "enfrente ahí vivo yo con mis tíos". Lo cual me dio mucha alegría, saber que estaría cerca y que quizás podría pasar algo.
Lo cierto es que por varias semanas lo veía en la puerta de su casa yo le saludaba y conversaba poco con él, me contaba que no tenia trabajo, que tenia 18 años y que no podía estudiar, que había estado hasta los 17 años en un albergue, etc. Yo por prudencia no le tocaba el tema sexual, aunque la verdad parecía un galán, un chico que cualquiera hubiese querido tener.
Al cabo de dos meses mi familia viajó a visitar a unos tíos y me tuve quedar solo en casa, así que la primera noche le invité a conversar en mi sala, ya no quería hablar mas solo quería actuar, pero también tenia miedo porque me podía hacer un escándalo ya que de repente no le gustaba la gente como yo.
Empecé con el tema sexual contando historias de otros y le pedí que el cuente alguna historia de como había tenido sexo con alguna chica, y me dijo que si había "debutado" a los 15 años con una chica... insistí si había tenido sexo con algún amigo y me dijo que si pero que no lo había terminado ya que alguien venia al lugar donde estaban, me contó que cuando tenia 14 años al albergue donde vivía venia un señor bondadoso que pedía permiso para que alguno de los chicos estén con él el fin de semana con el fin de que tengan ambiente de familia. Pero, este "señor bondadoso" lo que en verdad hacía era iniciar en el sexo a los chicos, me contó que este señor, a él y a sus compañeros de turno, les chupaba la pinga y algunos lo penetraban.
Le pregunté si a é le gustaba, me dijo que al inicio no, pero después si.
Yo no podía mas, le seguí con el tema: "Y cuantos cm mide tu pinga" él me dijo no se cuanto, pero es gruesa y algo larga, soy fogoso me dijo. Lo cual me excitó más. Me dijo que si quería tocarlo, yo sin pensarlo mas le dije que si. El se bajó el pantalón, el calzoncillo y vi de cerca esas piernas gruesas fuertes y ese palo grueso y firme que tanto había deseado. Él con su mano llevó mi cabeza a la altura de su pinga y no me resistí comencé a lamer esa rica pinga que cada vez se ponía mas dura... él suspiraba y su cuerpo estaba mas firme, comencé a chuparla con cierta dificultad porque la tenia muy gruesa y larga, él y yo gemíamos duro esa pinga rojiza se metía y salía de mi boca.
Mi cuerpo comenzó a pedir mas y mas... él se dio cuenta y me llevó a mi cuarto, ahí me desnudó, me trató como una dama, luego se desnudó y los dos nos calentamos, él me comenzó a besar los labios desesperadamente como nunca me había besado, me besaba el cuello, metía su lengua en mi oreja lo cual me excitaba mas y hacia que le diga:"así papito rico, así soy tuya hazme el amor, que rico cuerpo, que ricas piernas, que rica pinga, eres mi amante, eres mi amor..." y tantas cosas mas.
A lo que él respondía: "si mi amorcito, desde que te conocí me di cuenta que te gusté, desde que vine a trabajar noté como me mirabas, yo también te miré sin que te dieras cuenta y vi que tu culo grande y formado era bueno y ahorita lo compruebo, vas a ser mío, soy tu marido, tu cachero y gemía.
Yo como tengo un culo estrecho tenia algo de miedo porque en verdad era bien grande su pinga. Entonces comenzó a rozar la cabeza de su miembro con la entrada de mi pequeño huequito, lo cual me excitaba, él seguía besándome y yo me sentía como en el paraíso. Fue ahí donde comenzó a penetrarme, sentí algo de dolor y le pedí que lo haga despacio, él me dijo que ya, me hablaba al oído cosas dulces como que le gustaba, que mi color canela le encantaba, que soñaba con cacharme, etc.
Eso hacia que lo desee mas y sin darme cuenta ya tenia casi toda su pinga de unos 20 cm dentro de mi. Pude sentir los vellos del final de su falo chocando y eso me excitaba mas y me aloqué mas cuando él empezó a moverse como licuadora metía y sacaba, me dolía mucho pero el placer era mayor: "ahhh ahhh ahhh ayyy ayyy mi amor despacio. Mételo despacio mi vida, me duele.
Me gustas, eres mi hombre ayy ayy que rico cachas, sigue mi amor. " era fantástico tener todo su cuerpo encima del mío y sentir su calor... él me decía:
"Mi vida tienes un culo estrecho apretadito así me gusta, tienes el culo ideal, me encantas, me gustas me alocaaaaas. " nunca nadie se había movido como él, era tan joven y tan ardiente, comenzó a acelerar mas y gritó:
"Mi amor ahí viene mi leche. Y sentí dentro de mi estrecho culo una corriente de leche que salía de su pinga, eso hacia que casi pierda el conocimiento de tanto placer, la cantidad de semen que salía de su miembro era enorme como que no iba a acabar, luego dejó un rato su pene dentro de mi ano.
Después despacio sacó su tremendo bulto semidespierto y lo miré con cariño como agradeciendo estos momentos de felicidad y placer. Él también me miró y de nuevo comenzó a besarme dulcemente los labios y el cuello diciéndome que le gustaba mucho y que no quería perderme, me volteó de nuevo y sentí su miembro de nuevo como un fierro, a lo que me dijo:
"es increíble pero sentir tu cuerpo me excita y te voy a cachar de nuevo...quieres?"
A lo que respondí afirmativamente moviendo la cabeza. Mi culo estaba algo adolorido, pero cuando sintió de nuevo el ingreso de ese rico trozo de carne dura lo aceptó, se movía igual que al comienzo y al final nos vaciamos los dos.
Terminamos bañándonos en la ducha y haciéndonos muchos cariños. Desde esa vez lo hicimos como 10 veces y casi de la misma forma.
Nos apartamos porque él se fue a ayacucho a trabajar y desde esa época casi no lo he visto.
Hace tres años lo vi solo por minutos estaba de paso por lima y con una mirada y una sonrisa me decía que no me olvidaba y que algún día podríamos repetir la historia.
Este jovencito ayacuchano me sorprendió y todavía, a pesar de los años, conservo el recuerdo de tanta felicidad vivida.

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