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lunes, 13 de junio de 2011

HISTORIAS: UNA CITA HERMOSA

Al salir de clase a la tarde me fui al bar en donde habíamos convenido en encontrarnos con Rene. Lo esperaba ansiosamente, me sentía muy caliente, y sentía muchos deseos de ser culeado. En ese constante observar, fue que lo vi venir, caminando apresurado y alegre. Su forma de caminar, era bastante atlético. Él me vio sonrió y movió la mano haciendo el gesto de vamos. Me levanté y fui caminando ansiosamente hasta él. Tengo mi casa a algunas cuadras y estaremos solos.
Fuimos hablando de su trabajo; y de la moto que se le rompió, y seguimos hablando y contándonos luego algunas aventuras. Como a 8 cuadras del bar, estaba la casa. Entramos y con una pierna comenzó a rozarme la mía, con la vista en el suelo, me comencé a desplazar delante de él, de espaldas, cuando sentí su cuerpo casi pegado, estiré levemente el culo hacia atrás, tocándolo. Él cruzó su brazo libre delante mío a la altura del estómago y apretándome hacia él, sentí que hacia presión con su pelvis atrás mío. Yo apoyé mi mano sobre la suya e hice mas presión con el orto, moviéndola levemente en círculo, mientras se me escapaba un gemido de placer: Mmmm, amor, murmuró cerca de mi oído.
Dejó el bolso a un costado y comenzó a sacarse la remera. Yo comencé a mirar la casa: era modesta frente a mí, un sofá de 2 cuerpos y en una pared de este costado un espejo. Hacia la izquierda una mesa de madera con dos sillas y mas allá el televisor, y un equipo de música. Cuando pasó a mi lado rumbo a la cocina, me dijo: tomas cerveza o vino. Si, lo que tengas respondí. Me acerco un vaso. Y brindamos que frió esta exclamé sorprendido del agradable sabor. Yo estaba muy excitado le pedí pasar al baño.
Allá me desnudé y me volví a lavar el culo, aunque antes de salir por la tarde, me la había lavado bien por dentro. Me solté el pelo y vi como se me perdía en la raya el hilo dental de la tanga negra que llevaba puesta. Entonces fui a su lado y le dije acá llego Betina. En el espejo grande pude ver como la tanga negra resaltaba en mi blanco culo, pulposo y levantado.
- Mi amor, estas divina!! exclamó él, mostrando unos ojos asombrados, mientras me miraba de arriba a abajo. Que sensación divina sentir que me trate de hembra!
Me hizo girar, que culo tenés! Sorbimos otro trago de vino. Me acerqué a él lo abrace, comenzamos a besarnos ardientemente. Me acariciaba todo mi cuerpo y yo a él, me hizo de todo en la boca: me chupaba los labios, luego los mordía, su lengua entrando y saliendo. No sé, más de 10 minutos sin parar! Apenas tenía aire para respirar!. Totalmente alzada, le acariciaba su bulto sobre el bóxer. Yo temblaba de calentura. Nos volvimos a besar.
Me chuponeo el cuello y comenzó a descender hasta mis tetillas, las acarició y comenzó a chupármelas. Eso me dejó más loco, qué lengua hermosa! chupáme toda, Rene! gemía yo de placer, y él saltaba de una a otra, mientras sus manos recorrían todo mi cuerpo. Yo no sabía como ponerme para sentir más sus labios y a la vez, estiraba el orto hacia atrás, abriéndome todo, para que él me la recorriera a gusto.: papito mío!! me dejás loca amor, chupáme toda, así tocame el culo, así, no pares, por favor, seguí, seguí, papito, decía yo, totalmente alzada, en ese viaje de placer.
Yo también te quiero ver desnudo, papito! le pedí cariñosamente, y se quito el bóxer. Me arrodille, refregué mi cara contra ese trozo hermoso de carne dura, y que ya se notaba enorme! Con mis manos lo acaricié un poco y luego con la boca también lo mordisqueé.
-Betina, me pones loco!! gimió él, mientras su pija hacía movimientos bruscos golpeando mi rostro. Se la lamí toda mojándola con la lengua, me golpeó las mejillas, la frente y la boca. Así, me la volví refregué por el rostro dejándome el rastro de su líquido por toda la cara. Que hermosa pija que tenes papi! Me paré y de la mano lo llevé al sillón. Sentate, papito le pedí, mientras yo me arrodille entre sus piernas frente a él. Comencé entonces a pasarle la lengua alrededor de la cabeza y bajar luego con mis labios por un costado hacia abajo y después subir con la lengua y bajar de nuevo por el otro lado con mis labios.
Después le abrí mas las piernas y comencé a besarle por la entrepierna y sus vellos y luego bajar hasta los huevos, que me los fui chupando uno y luego otro, después volví a subir y comencé de nuevo, algunas veces refregándomela por la cara, hasta que él no pudo más. Chupala, Beti chupáme que me dejás loco!!! me dijo, ya implorante y yo mirándola sumisa a los ojos, comencé a meterla.
-Así cométela toda, gozaba. Chupáme todo mami, chupáme más!! y mi boca no podía más de tan adentro que estaba!!: oh, oh, oh, oh, eran los sonidos de ese entrar y salir de su pija de mi boca.
Cada tanto me daba arcadas, las aguante del placer de sentir esa verga tan caliente y rica penetrándome ya la garganta. Por momentos la pelaba y su cabeza me enloquecía al entrar y salir. Además hervía de placer mirarlo a sus ojos, mientras él gozaba que le chupara. Ahora tenía sus dos manos apretándome la cabeza contra su pija! Busqué sus huevos y los apreté suavemente por encima ellos, para que aún no me acabara, quería seguir chupándo!! me pone más puta chupar la pija!
Que rica pija que tenés, como me gusta chuparte, pero no quiero que acabes aún. Le pedí toda caliente y ardida de placer, mientras me la pasaba por todo el rostro y la seguía lamiendo.
-aaah, que puta que sos, Beti! como chupás, puta. Después te va a tragar toda mi leche?
-Toda, papi, toda, le respondí hambrienta y me ayudó a levantar, y agarrándome de la cintura y me beso con pasión.
Cuando él fue a servir mas vino fui con él y caliente como estaba, le comencé a acariciar y besar el pecho y el resto del cuerpo. Después me arrodillé de nuevo y me metí de nuevo la pija en la boca, así jugué con su cabeza en la boca un rato hasta que el dijo:
-Mami vení, me levanté, bebimos, nos besamos y comenzamos a movernos, comencé a girar lentamente hasta sentir el calor de su cuerpo en mi espalda, su pija ya recorría la zanja de mi culo y mis movimientos pasaron a ser de adelante hacia atrás, con mis manos me abrí el orto para sentir más el calor de su carne, que pija hermosa papi, dije, totalmente enloquecida.
Con el juguito que me chorreaba de la pija, me lubriqué el culo y también su pija. Apoyé mis manos en la pared y me fuí inclinando hacia adelante, haciendo que mi orto se expusiera mas, mientras él, a su vez, se estiró un poco hacia atrás y acomodó la cabeza en la puerta del culo. Me abrió el culo y comenzó a metérmela. Primero fue la cabeza y luego más y más!
-aaaaah papito!! aaayyy, despacio que la tenés enorme! aaahh que hermoso, culeame papi culeame!!! Así quiero verga, dame esa poronga divina!
Así como me la metiste en la boca metéme toda amor!! y sentí ese pedazo de carne caliente recorrerme el culo infinidad de veces, hundiéndomela hasta el fondo o moviéndola en círculos, dejándome loca de deseo!
-Así quiero papito! así culeame! abríme el culo amor! rompeme! pedía loca de deseo.No sé cuanto tiempo lo hicimos así parados, pero cuando nos cansamos de esa posición, lo llevé de nuevo al sillón. Vení, mi porongudo! y me puse en cuatro, agarrándome del respaldo del sillón. Él también se subió y se paró con ambas piernas separadas y algo flexionadas arriba mío y mientras se agarraba de mi hombros, con una mano acomodó su pija en mi culo y me la fué poniendo de nuevo. Al rato ya estaba cabalgando con un frenesí inmenso que me hacía enloquecer de goce. Asi papito, culeame, culeame, que verga divina! Mmmmm hacelo mierda, mi culo, es tuyo, rompeme bien!! Como volaba de goce! que felicidad, me sentía bien puta!
Mi pija chorreaba líquido de tanto gozar y yo lo recogía con un dedo y me lo metía en la boca. Que cosa más rica!! Amo sentir ese líquido en la boca y la leche también.
Y durante un largo rato gozamos así, pero antes de que acabara, le pedí hacer una pose que vi en una porno. Quiero sentir tu pija hasta el fondo de mi culo! vení, papito! Y tomándole de la mano lo llevé otra vez al sillón, subite y sentate en el respaldo, cielo, le pedí y después que lo hizo, empecé a acomodarme, yo quedaba prácticamente cabeza abajo, mi espalda daba contra el respaldo y abajo me sostenía con los hombros y la cabeza, mientras mis piernas quedaban recogidas, abiertas, con las rodillas casi cerca de mi cara. Ayudame mi amor a colocarme así, ves como queda mi culo para que hundas tu verga, papi? y con su ayuda, me posicioné bien y él, de allá arriba, con una mano abriéndome el orto y flexionando un poco sus piernas, agarró su pija y la enfiló nuevamente dentro mío.
Con lo abierto que estaba, en dos estocadas me la hundió toda, que maravilla!! Cogeme, cogeme!dame papi, damela toda, así, vida, pija quiero pija, mi amor hay!!!
No me importaba sentir un dolor en el cuello, de la fuerza que él hacía al meterla. Mas me hacía gozar el ver su pija entrando y saliéndome del culo, y desde abajo parecía mas larga aún!! Dame verga, papi! le decía con voz ronca de placer, mientras mis manos por momentos sostenían mis piernas o recorrían las suyas o agarraban su pija para pelarla bien y poder sentir así toda la cabeza entrándome y saliendo.
Culeame papito, metéla toda adentro, así, abrímelo bien abierto al hoyo, y cuando su ritmo comenzó a acelerarse, sus manos agarraron mis piernas, y sentí su pija y los huevos golpear sobre los míos, toma puta!! toma mi leche! gritó de placer, mientras sus movimientos se volvieron totalmente alocados y me inundó el culo con su acabada. Si damela toda, dámela, llenáme de leche papito, le pedí agarrándome de sus pantorrillas para seguir sintiéndolo bien adentro.
-Beti, me sacaste toda la leche, me dijo. Ya sentada, volví a tomar su pija y comencé a chuparla de nuevo. Ahora que estaba baja la podía meter casi toda, hasta el fondo de mi garganta, que rica papi, que rica verga.
Consumimos mas vino en el sillón, mientras nos acariciábamos y besábamos hasta sentir de nuevo ganas de culear, que lo hicimos con otras poses hasta terminar en la cama, recibiendo una nueva y hermosa acabada.
Pero de vuelta al living, tras un nuevo reposo y mas vino, logré lo que me faltaba, chupar esa hermosa poronga hasta sentir esa leche caliente llenarme la boca y luego recorrerme la garganta: -ah ah así puta, chupáme toda, tomate toda la leche! te gusta mi leche, mami? me preguntó, mientras sus ojos exaltados buscaban los míos y su mano me apretaba la cabeza hacia su pija, que yo la sostenía bien pelada. Si papito, me gusta, me gusta toda tu leche, en mi culo y en mi boca, en todos lados! que rica! ay que rica, le respondí mirándola sumisa y prisionera gustosa de su cuerpo y nuestros deseos.
Cuando pasadas las 3 de la madrugada volvía caminando a casa, aún sentía el ardor en mi hoyo provocado por semejante poronga y percibía aun en mi boca, el rico sabor de su néctar. Me sentía feliz de tanto goce y que él también lo disfrutara.
Llegue totalmente agotado pero plenamente feliz a casa me di una ducha y caí desmayado en la cama feliz por la culeada recibida...

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