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lunes, 25 de julio de 2011

HISTORIAS: PASEO POR LA PLAYA

Una tarde de septiembre que me encontraba solo, me decidí a dar un gran paseo por la Costa de Huelva. Caminé bastante hasta que llegué a una zona nudista donde además se encuentran buenos rollos gays. En un principio me daba vergüenza mirar a los que tomaban el sol con todas sus intimidades al aire, pero en mi dirección se encontraba un tío que tenia el pene más grande que jamás he visto, conforme me iba acercando pude ver como le colgaba y lo gordo que además era.
Cuando llegué casi a la altura de aquella virilidad, levanté mis ojos que se cruzaron con la mirada burlona de su propietario que se había dado cuenta de mi embobamiento. Mis pezones sintieron un ligero calambre y se endurecieron y mi pija también se despertó por el morbo de la mirada de aquel macho. Seguí paseando y no hube dado más de diez pasos que no pude vencer la tentación de mirar hacia atrás y allí estaba él con su mirada clavada en mi, pero como siempre, no tuve valor de pararme y enfrentarme con la situación y continué con mi paseo.
Había caminado bastante, no había nadie más allá y el que estaba mas cercade mí era a mas de 20 metros, el lugar me pareció lo suficientemente tranquilo para descansar, ponerme en pelotas y tomar el sol relajadamente.
Me tendí y entregué mi cuerpo al sol para que me tomase con todo su calor. Con los ojos cerrados, las imágenes del pene que anteriormente había visto se sucedían una tras otras y al desearlo, mis labios se humedecían con la lengua, mis pezones estaban tan duros como las conchas, mi capullo saludaba erecto al sol y mis testículos subían y bajaban como una noria. No podía más, el calor y mi irritación me abrasaba. Me levanté y me dirigí ala orilla para refrescarme.
Cuando regrese observé que el tío que estaba mas cerca de mí, había encontrado un rollo, precisamente era el de la descomunal polla. Estaban escondidos entre unas dunas y el del pene grande se tragaba la polla del otro. Aquella escena me puso a tope de caliente y con todo el descaro del mundo me puse a observarlos. No tardó mucho en que se dieran perfecta cuenta de que los observaba y a pesar de todo siguieron con lo suyo.
Al cabo de un rato el que chupaba la polla se dio la vuelta, se puso a cuatro patas agarró el pene de su compañero y se lo metió en su trasero. Estaba de pie presenciando aquellas escenas, me estaban volviendo loco, con mi verga completamente erecto y con la complicidad de los que estaban fornicando pues de vez en cuando dirigían sus miradas hacia mí y sabían que yo los miraba, me fui acercando un poco mas para no perderme detalle.
De pronto el macho detuvo sus movimientos, le dijo algo a su amante y para sorpresa mía, vi como con su mano me hacia ademanes para que me acercara y me incorporara a sus juegos. Con toda la locura del deseo me acerqué a los dos. El macho tenia un cuerpo para comérselo, con unos ojos claros preciosos, brillantes y llenos de lujuria, estaba buenísimo. Nada más llegar a su lado, sin parar sus acometidas me agarró la cabeza y me besó en los labios. Sentí un escalofrío por todo mi cuerpo, abrí mi boca y dejé que el segundo beso me metiera la lengua.
Después empecé a acariciar la espalda de su hembra, deslizando mi mano hacia abajo hasta llegar a su verga que estaba semierecta, la agarré y comencé a meneársela mientras mis labios besaban su columna vertebral, hombros y cuello. Esta postura mía, propició para que el tío activo alargara su mano para acariciarme las nalgas, me pasara el dedo por mi culo y seguidamente lo introdujera en él. Levanté la mirada y vi que la suya me decía que a mí también me follaria por lo que, al igual que el otro seguí a cuatro patas entregándome completamente a su dedo.
El hombre que recibía todas nuestras atenciones se lo estaba pasando estupendamente, sintiendo como le entraba la polla entera en su culo mientras por otro lado yo lo besaba y lo masturbaba. Cuando pasó un rato, el que estaba a cuatro patas como yo, se incorporó ofreciéndome su polla que ya estaba completamente dura por las caricias que yo le había hecho. Aquella pija, no sé si por lo cerca que lo tenia de mis ojos, pero me pareció enorme, en grosor y en largura, y sin vacilar metí lacabeza en mi boca saboreando el ligero fluir de sus líquidos lubricantes. Me estaba volviendo loco, con aquella descomunal pija en mi boca y por otro lado mi machote jugaba con sus dos dedos dándoles vueltas en mi culito virgen.
Saqué de mi boca la verga que chupaba, volví la cabeza, miré intensamente a los ojos de mi hermoso macho y con todo el deseo del mundo le supliqué que me follara.
Apartó un poco al otro, se puso detrás de mí, y le dijo a su compañero que le chupara su polla y luego mi culo, para que estuviese bien lubricado. Cuando sentí la lengua en mi orificio anal creí que me desmayaba de gusto, me contorsionaba y levantaba mi trasero para que aquella lengua me penetrara y en aquellos momentos me daba la impresión de que mi esfínter anal, por el deseo, solo se abría como una boca deseando que entrase entera la lengua. Cuando mi agujero chorreaba de saliva y deseo, la lengua se retiró y se puso en la puerta de mi interior la verga de mi macho que con todo el tacto y la suavidad del mundo se fue introduciendo en mí poco a poco hasta su base, continuando después con un suave mete y saca. Yo dejaba hacer a mi maestro mientras con mi boca masturbaba la pija de su compañero.
Me penetraba tan bien que en pocos instantes me vi que yo mismo locamente empujaba mis nalgas para que la polla entrase entero y los testículos se estrellasen contra los míos. Fue tan apasionada la cojida que mi macho no pudo resistir y mientras me agarraba fuertemente por la cintura, su polla explotó llenando mis intestinos de abundante leche caliente.
Nada más se retiro mi primer amor, el de la polla grande me dijo que me iba a follar. A mí me dio un poco de miedo pues la verdad es que si cuando se la vi por primera vez sin erección me pareció grande, después de mis mamadas la tenia enorme, casi el doble que la del otro.
Me vio la cara de asustado y me dijo que su amigo me había abierto bastante mi culo y que con el semen del otro dentro, entraría su pija sin mucho esfuerzo. No sé si me convenció o el morbo deseoso que tenia que me puse de nuevo a cuatro patas, incliné mi cabeza apoyándola sobre mis brazos y con mi trasero completamente erguido se lo ofrecí. Sólo pude sentir la cabeza de su miembro apoyarse en mi agujero pues de un solo golpe me la metió hasta mi estomago. Por el dolor que me produjo grité tan fuerte que seguro que me escucharon desde muy lejos enterándose de que me follaban.
Con la primera embestida y su polla entera dentro de mí, se quedó quieto para que mi agujero tomase conciencia del tamaño y se relajase, mientras tanto sus manos me acariciaban la cintura, espalda y pezones. No sé si os podéis imaginar mis sensaciones. Disfrutaba de lo lindo con las caricias que me hacia en mis pezones que parecía que crecían en volumen y por otro lado sentía que tenia mis intestinos completamente ocupado por su gran verga, sin los movimientos de entrada y salida, se movía dentro de mí por sus contracciones que hacia.
Cuando menos me lo esperaba, dejo mis pezones y agarrándome fuertemente por la cintura empezó a sacarla y meterla violentamente, produciéndome de nuevo dolor pero algo menos intenso que antes. A pesar de todo le dejé que me poseyese, que me partiera el culo.
Deseaba sentirme humillado por aquel miembro viril y que hiciera con mi culo lo que quisiese. Después de un gran rato de bombeo, ya con mi agujero completamente relajado, sentía perfectamente como cada vez que me sacaba la polla mi esfínter anal se contraía un poco y luego sin ninguna resistencia la dejaba entrar denuevo toda entera. Mientras tanto mi primer amor que se había puesto otra vez cachondo me introducía su maza de carne en mi boca que chocaba contra migarganta por cada envestida que el otro me daba en mi culo.
No sé cuanto tiempo me estuvieron follando, pero mi trasero estaba que rugía de caliente hasta que la polla explotó y me inundó de semen. Cuando ocurrió esto, eché mis brazos hacia atrás agarrándolo por sus nalgas y apretándome fuertemente para sentir las palpitaciones de su pija dentro de mí y su semen llenándome completamente.
Después sin sacar la polla de mi culo, agarré con mis manos la de mi amante y le propicié semejante mamada que no tardó ni medio minuto en correrse llenando mi boca de su leche dulzona, la cual tragué sin dejar escapar ni una gota.
No quiero terminar sin deciros que otro de los placeres que sentí fue cuando el nabo salió de mi ano. La sensación tan placentera, cuando el semen saliendo de mi ano se deslizaba por mis piernas, es deliciosa. Como contrapartida, es el vacío que me dejo pues hubiese querido que ese pene se mantuviera así siempre dentro de mí.
Tumbado en la fina arena, completamente relajado, con la mirada fija observaba el encuentro del sol con el mar. El sol penetraba en el agua mientras se iban produciendo cambios de luz por cada vaivén de ola que a su vez terminaba rompiendo en la playa.
Luego de un largo rato nos despedimos y cada uno siguió su camino.

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